Como probablemente ya sabrá, a finales de julio la junta directiva del Fútbol Club Barcelona firmó las cuentas anuales correspondientes a la temporada 2013-2014; en próximos artículos profundizaremos en la situación económica actual del club.
Sin embargo, hoy les propongo diseccionar las cifras generales para
analizar la evolución económica de las secciones en los últimos cinco
años.
En primer lugar hay que destacar la enorme divergencia de la sección de fútbol (incorporando el fútbol base) en relación al resto de secciones:
mientras la primera tiene una evolución claramente positiva, pasando de
unas pérdidas de 6M € (millonarias de euros) la temporada 2.009 / 10 a
una ganancias de 124m € (2.013 / 14), el resto de secciones generan
pérdidas sistemáticas que oscilan entre los 36 y los 47 M €. La primera conclusión es clara: desde el punto de vista económico, las secciones presentan déficits estructurales significativos.
Como
se distribuyen las citadas pérdidas de las secciones? Atendiendo a los
datos del último ejercicio, la distribución es la siguiente: baloncesto
60% (-24M €), balonmano 17% (-6,7M €), fútbol sala 13% (-5,2M €), hockey
7% (2,7m €) y resto de secciones 3% (1,3m €). La segunda conclusión es que todas las secciones son deficitarias, en especial la de baloncesto.
Llegados
a este punto alguien podría plantear la conveniencia de mantener unas
secciones que generan enormes pérdidas en el club y detraen recursos que
harían más competitiva la sección de fútbol. Aunque pueda ser un
planteamiento legítimo, conviene ir más allá de los datos económicos
objetivas: el Barça es, por vocación y tradición, un club
polideportivo que lo diferencia del resto de grandes clubes deportivos
del mundo. Y esta diferenciación, bien aprovechada, aporta valor a la
entidad. Bajo esta premisa, hay que promover medidas
para aumentar el interés hacia las secciones y minimizar el impacto
económico negativo que suponen: en este sentido, les propongo dos medidas que, en mi opinión, serían bastante relevantes:
1ª) Promover ligas europeas
con los dieciocho / veinte equipos más punteros de Europa que
permitirían mejorar el nivel competitivo y muy probablemente los
ingresos por taquillaje, esponsorización y derechos de televisión. Es
decir, dejar atrás la segmentación territorial y avanzar hacia la
segmentación por nivel competitivo.
2ª) Establecer límites salariales claros
que eviten actitudes y comportamientos poco responsables, competencia
desleal y grandes desigualdades entre clubes. Y obviamente, controlar su
cumplimiento.
Albert Deulofeu Schilt
Economista