El acto de clausura del año académico 2010-2011 del Servicio de Carreras Profesionales de ESADE Alumni se centró en destacar la importancia de valores como la motivación, el compromiso o la superación para afrontar los nuevos retos que ofrece un entorno tan dinámico como el día a día de una empresa en tiempos de crisis.

Tras la introducción de Marta Cercós (Lic & MBA 96), responsable del Servicio de Carreras Profesionales de ESADE Alumni, tomó la palabra Álex Rovira (Lic & MBA 92), autor de La buena crisis.

El escritor fue el encargado de dirigir una sesión interesante y emotiva, centrada en la necesidad de utilizar la filosofía, la economía y la ciencia para hacer frente a la realidad económica actual. «Si se gestiona correctamente, una crisis puede ser buena, si no, puede convertirse en una desgracia, y eso ya no se puede arreglar», explicó el ponente.

En primer lugar, Rovira quiso recordar que la crisis económica es el síntoma que esconde la crisis de valores de conciencia que hay actualmente: «Hemos utilizado un dinero que no teníamos para comprar unas cosas que probablemente no necesitábamos, para impresionar una gente que no conocíamos. Este es el detonante de la crisis «, aclaró. A continuación, recurrió al libro oracular I Ching (el libro de las mutaciones) y la figura del laberinto de la Catedral de Chartres para mostrar la repercusión que tiene la aceptación de la realidad (la llegada al centro del laberinto) y la su toma de conciencia (conocer el laberinto, salir y ser capaz de explicar a los demás cómo hacerlo).

Tras destacar la importancia que tiene no dejarse llevar por la opinión mayoritaria, quiso recordar que es básico tener criterio propio y tener claro que «lo destrozado en diez años no se puede arreglar en tres». Aludiendo el efecto Pigmalión (o la teoría de la profecía autorrealizada), Álex Rovira explicó a los asistentes la espiral que se forma cuando actuamos de una determinada manera ante otro, porque «lo que creemos es lo que creamos «.

A continuación, se basó en la etimología griega de la palabra crisis para explicar el origen y la relación de su significado con el de otras palabras con el mismo prefijo: «crisis significa ‘momento decisivo’, crisálida significa ‘ conciencia ‘, criba es’ selección rigurosa ‘y cristo es’ máxima elevación «.

Como paréntesis, y después de mencionar algunos posibles escenarios o líneas de actuación futuras (como la necesidad de que el sector público aumente la eficiencia para evitar problemas económicos mayores, la creación de fármacos personalizados, la desaparición de los cables y la importancia del turismo en la contribución a la economía mundial), Rovira dejó claro que, «pese a las malas noticias, el mundo se mueve, y hay una dinámica efervescente».

Finalmente, el escritor añadió que «estamos en crisis y no sabemos cuándo acabará, pero la pregunta que hay que nos hacemos es: ¿Qué haremos para que esto cambie?». Después de un aplauso largo y emotivo, Álex Rovira se despidió de los asistentes deseándoles «amor, conciencia, equilibrio y buena suerte».